ANEURISMA
CEREBRAL

Información General

Un aneurisma cerebral, también conocido como aneurisma intracraneal, es una dilatación anormal en una arteria del cerebro que puede presentar un riesgo grave para la salud si se rompe y causa una hemorragia cerebral. El tratamiento de un aneurisma cerebral puede ser complejo y depende del tamaño, la ubicación y la salud general del paciente. Los tratamientos de aneurisma cerebral incluyen opciones tanto quirúrgicas como endovasculares, y el objetivo principal es prevenir la ruptura del aneurisma y reducir el riesgo de hemorragia cerebral.

Uno de los métodos de tratamiento más comunes para un aneurisma cerebral es la cirugía. Hay varios enfoques quirúrgicos utilizados para tratar los aneurismas cerebrales, que incluyen la colocación de un clip de titanio en la base del aneurisma para detener el flujo sanguíneo y prevenir la ruptura. Este procedimiento se conoce como clipping o clipaje. La cirugía de clipaje se realiza a través de una craneotomía, que implica hacer una incisión en el cuero cabelludo, retirar parte del hueso del cráneo y acceder al aneurisma para colocar el clip en la base del mismo. Esta opción puede ser adecuada para aneurismas grandes o complejos.

Otro enfoque quirúrgico es la técnica de envoltura, donde se coloca una cubierta alrededor del aneurisma para aislarlo del flujo sanguíneo y prevenir la ruptura. Sin embargo, este método es menos común y se utiliza en casos específicos. Además, la cirugía abierta puede tener riesgos y complicaciones, como infecciones, hemorragias y daño cerebral, y puede requerir un tiempo de recuperación prolongado.

En los últimos años, los avances en tecnología han llevado al desarrollo de tratamientos endovasculares menos invasivos. Estos procedimientos se realizan a través de un catéter que se inserta en una arteria en el brazo o la pierna y se guía hasta el sitio del aneurisma. Uno de los métodos endovasculares más comunes es la embolización, que implica la colocación de pequeñas bobinas de platino o materiales sintéticos en el aneurisma para bloquear el flujo sanguíneo y prevenir la ruptura. Este procedimiento se realiza utilizando imágenes de rayos X en tiempo real para guiar al médico durante el proceso.

La embolización también puede combinarse con el uso de stents, que son pequeñas mallas metálicas que se colocan en la arteria para mantenerla abierta y permitir el flujo sanguíneo normal. Esta técnica se conoce como stent-assisted coiling y puede ser útil para aneurismas complejos o en ubicaciones difíciles de alcanzar. Otro enfoque endovascular es el uso de agentes de embolización líquidos, que se inyectan en el aneurisma para promover la coagulación y bloquear el flujo sanguíneo.

La ventaja de los procedimientos endovasculares es que son menos invasivos, lo que puede resultar en una recuperación más rápida y menos complicaciones en comparación con la cirugía abierta.