El traumatismo craneoencefálico (TCE) es una lesión traumática que afecta el cráneo y/o el cerebro, y puede ser causado por diversos factores, como accidentes automovilísticos, caídas, golpes, lesiones deportivas, entre otros. Dependiendo de la gravedad del trauma, puede requerirse una intervención quirúrgica para tratar las lesiones craneoencefálicas y minimizar las complicaciones potenciales.
La cirugía en los casos de traumatismo craneoencefálico tiene como objetivo principal aliviar la presión intracraneal, tratar las lesiones cerebrales y restaurar la función cerebral, así como prevenir y controlar las complicaciones que puedan surgir después del trauma. A continuación, se describen algunos de los procedimientos quirúrgicos más comunes utilizados en la cirugía del traumatismo craneoencefálico:
Craneotomía: Es un procedimiento quirúrgico en el cual se realiza una apertura en el cráneo para acceder al cerebro y tratar las lesiones cerebrales. Puede ser necesario realizar una craneotomía para drenar hematomas (acumulación de sangre) intracraneales, para reparar fracturas del cráneo, para extraer cuerpos extraños o para tratar lesiones cerebrales específicas.
Elevación de fragmentos óseos: En algunos casos de traumatismo craneoencefálico, los fragmentos óseos del cráneo pueden quedar hundidos o deprimidos debido al impacto del trauma. La elevación de fragmentos óseos es un procedimiento quirúrgico en el cual se levantan y reposicionan los fragmentos óseos para corregir deformidades y aliviar la presión sobre el cerebro.
Drenaje de hematomas: Los hematomas intracraneales, que son acumulaciones de sangre en el cerebro, pueden causar una elevación peligrosa de la presión intracraneal. El drenaje de hematomas es un procedimiento quirúrgico en el cual se realiza una incisión en el cráneo para drenar y evacuar el hematoma, aliviando así la presión sobre el cerebro.
Control de la presión intracraneal: En los casos de traumatismo craneoencefálico grave, la presión dentro del cráneo puede aumentar peligrosamente, lo cual puede causar daño cerebral adicional. Para controlar la presión intracraneal, se pueden utilizar diferentes técnicas quirúrgicas, como la colocación de un catéter intraventricular o intraparenquimatoso para drenar el exceso de líquido cefalorraquídeo, o la colocación de un monitor de presión intracraneal para medir y controlar la presión.
Reparación de fracturas de cráneo: En los casos de traumatismo craneoencefálico con fracturas de cráneo, puede ser necesario realizar una cirugía para reparar las fracturas y restablecer la integridad del cráneo. Esto puede implicar la fijación de los fragmentos óseos con placas, tornillos o implantes de titanio, y la reconstrucción de la forma normal del cráneo.